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lunes, 5 de febrero de 2024

La experiencia de mi auténtica identidad con el sistema educativo.

Desde que era pequeña siempre sentí que era una niña bastante inquieta y creativa con una forma diferente de ver las cosas, era una niña muy fantasiosa y con muchísima imaginación; rasgos que, afortunadamente, aún conservo a mis 32 años, a pesar de que a lo largo de los años y al pasar por todas las etapas del sistema educativo español me ha tocado luchar continuamente por conservar esa esencia ya que el sistema te tira siempre más hacia una lógica social más que hacia la creatividad y la originalidad individual.

 


La verdad es que desde los 3 hasta los 18 años siempre fui una alumna dentro de la media que se encontraba mucho en la cuerda floja, que tenía siempre que esforzarse mucho por obtener resultados académicos que fueran equivalentes a los de sus compañeros y sus compañeras dentro de la media, simplemente por aprender de forma diferente y tener un ritmo de aprendizaje más lento que el de el resto de mis compañeros y mis compañeras. dentro de un sistema educativo que valoraba los resultados y no el proceso. Viví todo esa etapa pensando que era menos inteligente que los demás y que nunca lograría destacar académicamente.

Spoiler, adivinar a que me dedico en la actualidad... A la educación.

Afortunadamente, a los 18 años empecé en un ciclo formativo de "Educación Infantil" donde además de ver que podía sacar mejores notas y donde descubrí que también podía sacar notables y excelentes, también empecé a descubrir que los exámenes no eran la única forma de evaluar, que no hacia falta jugarse la nota de un trimestre en una única acción en la que a veces, a pesar de haber estudiado mucho y de conocer los contenidos, puedes fallar dado que existen los factores tiempo y nervios, que por lo general no se nos enseña a gestionar. Y descubrí entonces los trabajos individuales y grupales, que daban paso a diferentes maneras de integrar la información, a poder ser creativo elaborando los aprendizajes pero a su vez a tener que gestionar diferentes perspectivas y diversas formas de hacer y de pensar dentro de los trabajos en grupo. A los 20, tras haber acabado el ciclo de "Educación Infantil" entré en el grado de "Pedagogía" donde se me abrieron varias perspectivas y varias formas de ver la educación, de enfocarla y de enfocar la manera de trabajar las diferentes necesidades educativas y formativas a lo largo de la vida. Y, finalmente, a los 24 años, al finalizar la carrera, hice el "Máster de Educación Interdisciplinar de las Artes" a la vez que me saqué el curso de monitora de ocio infantil y juvenil, y en el Máster aprendí que se podían utilizar la música, la literatura, la danza, el teatro y las artes visuales y audiovisuales como vehículo de aprendizaje en diferentes contextos educativos y en el curso de monitora aprendí que la educación no solo consta de la parte formal de la escuela o la informal dentro de la familia o los medios de comunicación sino también la no formal que ocupa todas las actividades extraescolares y que es especialmente importante para el autoconocimiento y la socialización.



Publicado por: Verónica Mallor (@artisticpedagogy)

La experiencia de mi auténtica identidad con el sistema educativo.

Desde que era pequeña siempre sentí que era una niña bastante inquieta y creativa con una forma diferente de ver las cosas, era una niña muy...